El cliente manda
Estamos en los tiempos del consumidor-cliente exigente. La publicidad tradicional de letreros, avisos o slogan rimbombantes ya no es suficiente. Hoy todo debe ser al gusto del cliente. La individualización y la tecnología dan origen a nichos cada vez más pequeños y en consecuencia a los micromercados
Todo será personalizado e individualizado. La publicidad, los productos, el marketing, los precios, las ofertas y los horarios a la medida del cliente, entrando a sus sentidos de manera directa a través de un mundo dominado por la tecnología: celulares, Internet, You Tube o mensajería de texto.
En el libro “Funky Business”, sus autores mencionan que Mattel tiene más de 15.000 versiones distintas de Barbies y por el doble del precio “la clientita” puede cambiar el pelo, los ojos, el color de la piel, el peinado, el nombre…pero no las piernas, O sea, una muñeca personalizada. La vicepresidenta de la empresa dice: “el fin es crear un banco de datos con los nombres de las niñas y establecer una relación personal con ellas”
También describen que muchas de las máquinas distribuidoras de Coca Cola están equipadas con equipos electrónicos para percibir la situación del entorno, porque saben que las condiciones climatológicas condicionan la demanda de latas de bebida. Si hace calor tiene un valor mayor, si hace frío bajan de precio.
El cliente manda. Publicidad uno a uno. Para allá vamos.
4 comentarios:
Sueño con que la publicidad futura también contemple la colocación de precios "redondos" y no las abominables cifras tipo $9.990, como si nadie supiera que le están cobrando $10.000.
Saludos.
Estimado: sucede que muchos hacen publicidad como si estuvieramos en los años 70. La gente tiene mayor acceso a la información y por lo tanto es menos crédula. La confianza y la credibilidad son dos patrimonios que la publicidad debe cuidar.
Saludos
Herman
Estimado: sucede que muchos hacen publicidad como si estuvieramos en los años 70. La gente tiene mayor acceso a la información y por lo tanto es menos crédula. La confianza y la credibilidad son dos patrimonios que la publicidad debe cuidar.
Saludos
Herman
Estimado: sucede que muchos hacen publicidad como si estuvieramos en los años 70. La gente tiene mayor acceso a la información y por lo tanto es menos crédula. La confianza y la credibilidad son dos patrimonios que la publicidad debe cuidar.
Saludos
Herman
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