lunes, abril 20, 2015

El rating ya no mide: el complejo momento de la industria televisiva.



El formato tradicional de televisión tiene una fuga masiva y progresiva hacia el streaming en las plataformas digitales. La forma de ver televisión está cambiando para siempre.

Lo que ya es evidente y que está pasando es que las redes sociales y las segunda y terceras pantallas llegaron para quedarse y tienen un gran  impacto en cómo la gente ve televisión. Quizás no van a reemplazar la manera tradicional de cómo se consume televisión, pero ahora la gente tiene más opciones para verla. En 2015 los medios tradicionales, si bien siguen siendo por mucha distancia los más usados, están perdiendo terreno rápidamente, frente a los medios virtuales. ¿Por qué?  Porque no se requiere de un calendario estático. Los usuarios de las temporadas no deben esperar una semana para ver una serie. Lo ven el día y hora que ellos deciden. Los contenidos están siempre y en cualquier momento.

La debilitación progresiva de la forma de ver televisión tradicional se debe al ingreso de nuevos actores, como los servicios de streaming, debido a la masificación de las tabletas y los celulares, que permiten un mayor control al usuario para reproducir contenidos y de ese modo es la persona la que determina ahora el dispositivo que va a ocupar.

La industria del streaming ha avanzado a grandes pasos y da libertad para que diversos actores lleguen a los consumidores de televisión. La rapidez con que avanzan los contenidos audiovisuales en la web es el principal problema que enfrenta la televisión actualmente, incluso la TV digital. Un tema es la calidad de imagen pero también lo es la oportunidad de ver los contenidos donde la audiencia elija cuando y como se expone a una pantalla. La televisión ahora compite con los contenidos streaming. Y va perdiendo la batalla.

Veamos. Las nuevas generaciones están desencantadas con la televisión: el 33% de los jóvenes entre 14 y 17 años ya no ve contenidos en el tradicional televisor y prefiere las tabletas y celulares, según una encuesta en 24 países. (Fuente: Accenture-2014). La televisión ha experimentado un descenso uniforme superior al 10% en espectadores de casi todas las edades en todo el mundo en los últimos años. En 2014 perdió un 13% en programas, películas y un poco menos en deportes.

Por otra parte, en otro estudio se indica que el 77% de las personas ve televisión tradicional periódicamente. Pero…en 2011 lo declaraba el 83%, año en que el 61% decía ver streaming, contra el 75% que lo hace ahora. (Ericsson-2014). Si vemos la realidad en Chile nos encontramos con esta información de GfK Consumer Choices. En 2014 el 96% de los jóvenes entre 18 y 24 años reconoció ver TV al menos una vez a la semana. Este año la cifra cayó a 86%.

En América Latina existen más de 130 servicios streaming con una biblioteca de más de 110.000 títulos entre películas y series. En Chile, la adopción de servicios streaming indica que el 9% de los chilenos está suscrito a algún sitio, el triple de 2013.  Como dato: Netflix, servicio de streaming, tiene 62 millones de suscriptores y siguen sumando miles de personas diariamente. Y ya viene HBO GO. También está Sling TV, que es la pionera en ofrecer canales de televisión tradicional por internet, en respuesta a la baja sostenida de este formato, por un previo pago  (por ahora sólo disponible en USA). En esta línea está Sony y pronto Apple también.

Para tener en cuenta, producir contenidos para la televisión se resume en los “four any”:

1. Any content: cualquier contenido
2. Any device: cualquier dispositivo
3. Any time: en cualquier momento
4. Any whwere: en cualquier lugar

En esos conceptos se basa la televisión ahora. El rating ya no sirve porque la gente ve la televisión de otra manera y en otras plataformas y si los algunos canales de TV  todavía hacen su programación en base a ello, están  viviendo en el pasado. Es necesario buscar la manera de agregar estás nuevas formas de audiencia y de consumo a las mediciones que se realizan para saber si efectivamente las personas  están viendo los contenidos programados.

viernes, abril 17, 2015

La publicidad: en la prehistoria del siglo XXI



"Ad-Recommenders" los nuevos pregoneros



Todo tiene un ciclo en la vida y la publicidad tal como la conocemos hasta hoy está terminando el suyo y  ya se encuentra en su etapa de obsolescencia. Se está iniciando una nueva era y otra vez estamos en la prehistoria pero de una nueva forma de publicidad. Terminando una etapa y empezando otra.

Recordemos un poco. La publicidad comenzó hace miles de años con un papiro egipcio que anunciaba la pérdida de un esclavo en Tebas, hasta el aparador romano, rústicamente enclavado en piedras, donde se colocaban los objetos que había que venderse, y que constituye el más remoto precedente del concepto  moderno de escaparate, pasando por la extensa gama de rótulos y muestras que en tiempo de Pericles se realizaban en Atenas a base de cartón piedra y pintura roja sobre las paredes

En Babilonia, los vendedores pregonaban sus productos a viva voz, eran pregoneros y heraldos a sueldo, que por las calles y plazas recomendaban adquirir calzados u otros productos. En la Antigua Roma, bajo los pórticos del Argiletus, la calle de los libreros, se colocaban carteles que recomendaban libros que eran escritos en papiros, pergaminos, planchas de cera o anuncios grafiados en papel. Se usaban tableros anunciadores para designar tiendas y almacenes de varios tipos y clases. Las viñaterías se reconocían por el símbolo de la vid, de donde viene el famoso y dudoso: " el buen vino no necesita vid".

De todas formas la publicidad más común en las antiguas civilizaciones  hebrea, griega y romana fue la publicidad “gritada”. Era una verdadera institución. Pregoneros públicos hacían sus transacciones, proclamando nuevos artículos de venta, igual que las noticias de sucesos corrientes. También existía una costumbre romana de pulir y blanquear un sitio de sus paredes en donde grababan o escribían anuncios. Por otra parte se utilizaban tablillas hechas de terracota para los avisos, los ejecutaban escultores con leyendas y figuras en relieve. Estos se colocaban en las paredes o suspendidos de los frontis de los edificios.

Existía toda una simbología de anuncios y carteles escritos para los concursos gladiatorios, exhibiciones atléticas, sitios para rentar, artículos perdidos y hallados, y los méritos de algún candidato a un puesto público. En Pompeya, se encontraron algunos anuncios o letreros que son notablemente parecidos a las columnas de anuncios  clasificados de los diarios modernos con temas como los festejos deportivos y los espectáculos teatrales, pero también algunos distintos, que traducidos del latín original, decían, por ejemplo, lo siguiente:

“Se renta. A partir del primer día de Julio próximo. Tiendas con flores encima, bellas habitaciones superiores y una casa en Manzana de Arius Pollio, propiedad de Gnaeus Marius.”

“Hagan edil a Publius Furius, se lo pido, es un buen hombre.”

“De esta tienda ha desaparecido una cacerola de cobre. Cualquiera que la regrese recibirá 65 sextercios. Si se entrega al ladrón recibirá una recompensa adicional.”

Los característicos rótulos y  pregoneros  que anunciaban los productos y que gritaban también unas especies de jingles para la venta de esclavos,  animales y las tradicionales luchas, persistieron durante largo tiempo. La publicidad, ya se había convertido en algo tan esencial, que se continuó de viva voz.

¿Esta historia le suena parecida a algo? ¿No cree usted que es lo mismo que se hace hoy  en las redes sociales? Ahora las cibernautas son los pregoneros y recomendadores de publicidad y productos. Como decía anteriormente, la publicidad está volviendo a sus orígenes, de la mano de Internet y las Redes Sociales. Solo que ya no es presencial como antes sino que virtual.

Los antiguos pregoneros. ¿Qué hacían? Anunciaban alguna mercancía o servicio a a gritos por la calle: "los niños levantaban la cabeza al oír el pregón del heladero o de la vendedora de frutas.". Eran un anunciante o avisadores oficiales de una noticia o un hecho que se hacía en voz alta por un funcionario del ayuntamiento en un lugar público para que sea conocida por todos: "el alguacil leyó el pregón en la plaza del pueblo”. ¿Para qué? Para Recomendar o anunciar.  Aconsejar a alguien sobre lo que puede o lo que debe hacer por su propio bien o en su propio beneficio. Encargar o encomendar a alguien que se ocupe o se haga cargo de una persona o de una cosa: "recomendar un negocio." Eso mismo se hace hoy a través de las redes sociales. Dos palabras que lo definen: pregoneros y recomendación.

Para los tiempos que vivimos a las nuevas generaciones digitales yo les llamaré: “ad-recommenders”, es decir, son los “nuevos publicistas”, que comentan y difunden lo mejor del mercado y por otro lado también critican la falta de calidad.  La difusión ahora la hacen las personas y no las agencias porque para la gente los mensajes publicitarios ya no son creíbles por tratarse de una comunicación intencionada, al ser pagada.

Esta cambio a una nueva etapa trae como consecuencia que en el futuro la publicidad estará basada en la creatividad, porque si el mensaje publicitario es altamente creativo y emocionante las personas lo pregonarán y recomendarán al igual que los productos,  en segundo lugar la psicología publicitaria será clave porque el conocimientos de las personas es fundamental para saber su comportamiento  y finalmente  la social media, que son las plataformas de comunicación en línea donde el contenido es creado por los propios usuarios mediante el uso de las tecnologías de la web, que facilitan la edición, la publicación y el intercambio de información.

La gente, los cibernautas son los nuevos “pregoneros”, los “ad-recommenders” en la nueva era de la publicidad. Tal como en los tiempos antiguos.

Volviendo a empezar. Creo yo.