martes, enero 29, 2008

Campaña para no fumar…












Parece que se está haciendo HUMO


Un estudio encargado por el Ministerio de Salud a la consultora Mori, para evaluar la campaña para dejar de fumar en los chilenos (2006) indica que el consumo de tabaco bajó 8% en los mayores de 40 años, pero creció su consumo en igual proporción entre los menores de 25.


Las autoridades “están conformes” con los resultados. Dicen que el objetivo principal era informar respecto de las consecuencias asociadas al consumo de tabaco sin distinguir a qué sectores iba a impactar más el mensaje. Preguntas: ¿Cuánto se invirtiö en solamente “informar”? ¿Cuáles eran los objetivos cuantificados?


Entiendo, con lo dicho por las autoridades, que el objetivo no era persuadir ni modificar conductas. Por otra parte, según ellos no se hizo una segmentación sino que se enviaron “mensajes generales”. Las tendencias actuales del marketing y la publicidad apuntan a la hipersegmentación para llegar con los mensajes y medios apropiados y lograr la máxima efectividad.


Las cifras generales que arrojó el sondeo muestran “una situación esperada después de un año de campaña”, dicen las autoridades. Es decir, el porcentaje total de consumidores de tabaco se mantiene.


En post anteriores me referí a que las campañas de cambio social no se realizan igual que las campañas de productos y que requieren de un largo plazo para ser efectivas en la modificación de conductas. Requieren de una elaborada planificación estratégica en el tiempo.


Marisol Acuña, asesora para el tema de tabaco del Ministerio de Salud explica a un diario:


"Nuestra idea era llegar a un público general (¿). Era la primera vez que se ponía una advertencia que dijera que el tabaco mata y que llevara una imagen. No sabíamos bien a qué grupo específico íbamos a llegar y los que se mostraron más sensibles fueron los mayores de 26 años. Estamos hablando del grupo más grande de población, ahora la estrategia será llegar a los más jóvenes". ¿Ahora? pregunto yo.


Explica: “la percepción sobre un escaso efecto entre los más jóvenes ya estaba instalada entre las autoridades, debido a los resultados que habían arrojado algunos sondeos focalizados. “ Entonces ¿Por qué no se atacó inmediatamente? Pregunto nuevamente.


En Chile, la mayor cantidad de fumadores siguen siendo los hombres. Si en 2006 un 49% fumaba, a fines de 2007 ellos habían disminuido al 46%. Con las mujeres, en cambio, el consumo aumentó desde 38% a 40. En el sector de los menos educados, un 6% fuma más que en la medición anterior.


Todavía no me queda claro si la campaña funcionó o no. A mi me da la idea que están explicando un fracaso.

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