martes, julio 11, 2006

La paradoja del consumidor chileno

Entre la emoción y el precio

A pesar que el comprador chileno es un asiduo permanente de los mall, paradojalmente, por la falta de tiempo vive en una sensación de permanente estrés lo que le obliga a tratar de gastar el menor tiempo posible en sus compras. Se quedan aproximadamente 12 minutos en una tienda. Mientras que cuando vitrinea permanece un promedio de tres minutos mirando los productos ofrecidos.

En la gran mayoría de los consumidores se involucran, principalmente, las emociones al momento de comprar y sólo una parte toma decisiones racionales. Le da mucha importancia al servicio y la credibilidad que tiene una marca. No adquiere productos sino que sensaciones. Gratificaciones. Piensan en imágenes y tienen sentimientos hacia los productos. Pero como está inserto en un mercado altamente competitivo y sobrecomunicado, a la vez, es un consumidor muy informado y muy exigente que les gusta ser seducido por las marcas.

El mayor grupo de los consumidores chilenos son mujeres (70%) que al adquirir un producto están influidas, como líderes de opinión cercanos, por sus hijos, sus padres y su pareja. Pero es ella quién toma las decisiones de compra de la familia. Se fija en el diseño y el precio cuando compra.

En cambio, los hombres son más marqueros y gastadores si algún producto les gusta. Pero ya sea el hombre o mujer quién compre, están orientados a adquirir aquellos más personalizados a sus gustos y preferencias individuales.

La publicidad y el marketing están dirigidos, justamente, a transmitir las bondades de los productos y servicios, destacando el valor de satisfacer esas expectativas emocionales en la experiencia individual de consumir. A un precio justo.

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