Una campaña de cambio social destinada a influir y modificar conductas basada en una canción memorable e imágenes interesadamente fuertes pueden servir para provocar un alto impacto en la mente de las personas.
Las letras de las canciones se graban en el hemisferio derecho. Esto significa que las letras de los jingles publicitarios o de las canciones de los video clips pasan directamente junto con la imagen al hemisferio derecho, donde la persona no tiene control crítico porque entran por un camino diferente del sistema nervioso.
Esas imágenes quedan almacenadas de una forma que el hemisferio derecho no ordena ni controla lógicamente. Es lo que se percibe, no aquello que el cerebro construye de manera lógica, sino lo que está llegando de afuera y que va quedando almacenado. Y como el cerebro registra absolutamente todo, incluso va a quedar almacenado aquello que la retina no vio, pero el cerebro sí, constituyendo un tipo de mensaje de características subliminales.
Un video-clip apunta a las emociones. Lo que esa persona vea y escuche va a quedar grabado, aún cuando crea estarlo rechazando. La mente del receptor estará ocupada en escuchar la letra y contemplar las imágenes del video por lo que tendría una capacidad limitada de pensar en los argumentos y refutar el mensaje.
Hicimos el ejercicio, sin interés comercial, con varias imágenes “prestadas” de otros comerciales. Compuse la letra y música de una canción que se refiere a las drogas. La dirección y edición corresponde a Oscar Molina, las guitarras las ejecutó Rodolfo Olea y los arreglos e interpretación son de Fa García, quienes colaboraron desinteresadamente en esta idea.
Así quedó la canción “Que queda de ti”
1 comentario:
Hola Herman:
He consultado con mi hemisferio derecho y me ha dicho que el tema inserto en este post, es un excelente esfuerzo,además muy bien interpretado.
Felicitaciones a todos los involucrados.
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