viernes, mayo 16, 2008

Icare: XVII Congreso Chileno de Marketing.

“La fábrica de VALOR” y la feria de las VANIDADES


Como todos los años por esta fecha Icare realiza su Congreso de Marketing. Esta vez el tema fue “La fábrica de valor”, Y como todos los años, ahí estuve. Mirando. Observando. Averiguando si había algo nuevo bajo el sol. Que se decía. Para donde va la cosa. Para saber si estoy actualizado o no.

Los temas tratados fueron: Economía, marketing y creación de valor, El cambio social y del consumo en Chile, Efectos de la cultura digital: hoy y mañana, La investigación de mercado frente a un consumo más activo, La renovada importancia del servicio, Valor agregado de los programas de fidelización: mitos y realidades, De la venta masiva a la venta personalizada, No se construye valor tirando ideas al basurero, entre otros.

Como en el mundo de los ingenieros comerciales y profesiones afines predominan las cifras, los números y las estadísticas, no destaca el talento en estas presentaciones.

Esta vez se contó con la presencia de relatores extranjeros que hicieron presentaciones bien fundamentadas, pero nada del otro mundo. Profesionales serios. El resto, nacionales, temas archisabidos y presentaciones muy deficientes con pantallas abrumadas de textos.

También hubo exposiciones acerca de conocidas marcas, “gentilezas comerciales”. Tipo esto hicimos y así lo hicimos. Nada más.

Pero hay que destacar al publicista argentino Fernando Beretta, vicepresidente de Grey Group China, quién se refirió al tema: “Para lograr valor hay que tener valor.” Una presentación creativa, dinámica con excelente dominio del escenario, ejemplos diferentes, propuestas ingeniosas. Un aporte. Publicista tenía que ser. Incluso, para finalizar, incluyó un poema de Neruda relacionándolo con el marketing, poema que fue leído, como sorpresa, por el actor Alvaro Rudolphy, de pésima dicción y escaso talento vocal. Quizás fue “un gesto” al “señor de la querencia”, para el auspiciador TVN. Todo es marketing.

El nombre del evento es sólo un nombre. Algo hay que ponerle. Cada expositor habla de lo que quiere tratando de relacionarlo con el tema principal. Como siempre la organización impecable. Como siempre un poco atrasados. Es el problema de hacer postas de exposiciones que duran, teóricamente, media hora, tiempo donde poco se puede decir que tenga peso. Nadie respeta el semáforo.

Por eso debe ser que el público asistente, del “Jet Mak”, se pasan las exposiciones enchufados y hablando por celular, mandando mail, conectándose a Internet con sus computadores personales y utilizando cualquier artefacto de la modernidad. Porque son modernos tecnológicos. No ponen ni atención al relator que “se pela” hablando en el escenario. Sólo están ahí porque tiene que estar.

En general, en el congreso hay muchos nombres y muy poca sustancia. No se justifica el precio que cobran. El congreso está convertido en una feria de vanidades. Gente linda de los negocios, Gerentes y "gerentas" de empresas y organizaciones. Estudiantes recién egresados con pretensiones de “grandiosos”. Te miro y me miras. Intercambiemos tarjetas. Estas son las “grandezas” que hago. Somos regios. Los que movemos las monedas en Chile. Aquí estoy, mírenme y en lo posible sáquenme una foto o háganme una entrevista.

Desfile de personajes y personajillos que toman café y se comen todas las galletas como marabunta. Que piden y se llevan hasta las cosas más insignificantes que entregan los stands de los “gentiles” auspiciadores. Todos salen con bolsas llenas de cosas inútiles que se regalan a los asistentes. Pierden la compostura ante un llavero o un lápiz. También hay concursos y sorteos, por siaca agarran por ahí también. Y llenar encuestas que no sé para que sirven. Ojo, empresas auspiciadoras, mejoren los regalitos. Los “conspicuos” quieren cosas más sustanciosas.

Al evento le está faltando la alfombra roja para convertirse en “Farandulandia del Marketing”.

Un expositor, al referirse a la innovación dijo: “es un error pensar que si estamos bien y todo funciona, para que vamos a cambiar”. En esa situación se encuentra el Congreso de Icare. Que necesita una renovación, un aire fresco…lo necesita.

Hasta la próxima…si es que me invitan.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que mas vende siempre ha sido la vanidad.


slds



AL

esteban lob dijo...

Hola Herman:
El tuyo es un gran balance de la feria de vanidades en que se convierten tantos eventos, no solamente aquellos relacionados con la publicidad.

También encuentro muy original y digno de analizar, el video de tu post anterior.

Saludos.

Herman Bustos dijo...

Asi es estimados amigos. Pero que le vamos a hacer. Sólo somos unos simples ciudadanos comentaristas.
Saludos
Herman

Hugo Henríquez dijo...

Si, solo somos unos ciudadanos comentaristas, en función de que el blog nos da esa potestad, pero también somos individuos que vivne el diario vivir y debemos ser nosotros mismo protagonistas de la vida política y social de una país. La gente es la llamada a producir cambios, pues quienes impulsan cambios hoy en el país son castas familiares y políticas, que poco se sienten identificadas con el ciudadano de a pie.

Sobre y Icare y esas convenciones sobre economía, no tengo la mejor opinión, son solo el reflejo de un capitalismo que cada día se mete más en nuestra vidas y ahora nos quiere decir que hacer, y como pensar.

Saludos.-

Herman Bustos dijo...

Hugo:
Tienes razón. Estamos viviendo una era muy centrada en lo comercial y poco en la persona. Lamentablemente.
Saludos
Herman

Fernando Beretta dijo...

Hola Herman,

La gente de ICARE me pasó el link de tu artículo y desde Hong Kong quiero agradecerte tus comentarios sobre la charla. No creo merecerlos y de hecho me ponen un poco incómodo ya que me hacen sentir un poco más vanidoso de lo que naturalmente soy. Pero nuestra vanidad es amor propio al descubierto (no lo dije yo, pero tampoco me acuerdo ahora en dónde lo leí). Y creo que todos los que estábamos en el congreso pusimos mucho amor en las presentaciones – y un poco de amor propio también. Al menos yo.

Pero siguiendo el tema de la vanidad, creo que hay que dejarla para los que no tienen otra cosa que exhibir (eso lo dijo Balzac!). Quizás lo que nos pasa a veces en esta industria es que nos faltan “esas otras cosas” que exhibir. Pero esta ausencia no es falta, es oportunidad para todos los que, no por vanidad sino por audacia, están construyendo “otras cosas”, están diseñando lo nuevo, están creando el futuro.
Y espero ansioso ver el resultado que paradójicamente transformará en vanidosos a los creadores, pero el cambio merecerá nuestro aplauso. Porque a final de cuentas, la vanidad nos hace imprudentes, y a veces la imprudencia nos precipita al cambio.

Herman Bustos dijo...

Fernando:
Perdona que no te había contestado pero no me llegó la información al mail. Y ahora lo vi.
Sólo quiero decirte que reitero largamente lo que escribi en el blog. Tu presentación fue brillante, creativa y diferente. Un verdadero aporte.
Felicitaciones y ojalá vuelvas en otra ocasión. Para que te escuchen los publicistas, los nuevos y los antiguos.

Un saludo a la distancia.
Herman