En un post que escribí el 17 de Marzo de 2006, y otros posteriores, yo comentaba que la ley antitabaco, próxima a promulgarse, no iba a tener a el efecto deseado (por la autoridades) ya que las campañas de tipo social, si no están bien hechas, no siempre funcionan y son complejas en su realización estratégica para lograr resultados y realmente ser efectivas y, explicaba mis razones para dar esa opinión. Conociendo el plan estratégico a realizar nunca creí que iba a resultar, así como otras del mismo tipo, de las cuáles nunca se han sabido sus resultados.
En agosto de 2006 fue promulgada la mencionada ley que prometía desincentivar el consumo de cigarrillos y también regular su venta y publicidad. Y se lanzó la campaña publicitaria correspondiente. Ya han pasado tres años y el tiempo me ha dado la razón: escaso impacto en los fumadores y en la venta de cigarrillos.
Los escolares son el único grupo en el que se ha reducido el consumo (antes de la ley el 42% de los adolescentes se iniciaban en el tabaquismo durante la época escolar, cifra que bajó al 35%), en el resto no hay ningún cambio. Los hombres mantienen el nivel de consumo de cigarrillos en 40%, las mujeres aumentaron su consumo de 41% a 42% y las tabacaleras venden la misma cantidad de cigarrillos que antes de la ley y la campaña correspondiente.
Las cifras de tabaquismo en Chile se mantienen y no ha bajado a tres años de la implementación de la ley, mientras que los resultados obtenidos con normas similares en otros países del mundo (Italia, España, USA, Reino Unido, Irlanda, etc) los resultados fueron inmediatos. ¿Por qué? La diferencia estuvo en la estrategia realizada. En el COMO...del asunto.
Al lector que le interés leer el post que escribí tres años antes y donde anuncié el fracaso de la campaña y donde doy mis razones, este es el link: La ley ¿antitabaco?
Para modificar conductas no basta con hacer avisos. El que sabe, sabe y el que no…hace campañas de cambio social.
Yo se los dije.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario