En el programa “Esto es comunicación” que conduce Rodolfo Baier en CanalStream, donde he sido invitado en varias ocasiones, me referí a la publicidad en época de Navidad (ver links del programa a la derecha del blog). Uno de los aspectos que tocamos fue la característica tan comercial de la publicidad chilena, carente de toda emoción y sensibilidad. Dos meses antes comienzan las consignas de ¡Compre, compre más, compre ahora! ¡Aproveche las ofertas navideñas! etc. No creo que sea culpa de los publicistas o las agencias sino de los gerentes de marketing o comerciales quiénes tienen como única meta vender más y mejor para después mostrar las cifras y conservar su puesto de trabajo. La navidad es sólo otro pretexto para que la gente se siga endeudando, fomentado, además, por la presión social de “tener que regalar” y por los medios de comunicación.
La obsesión por vender ya no tiene límite. Esta tendencia comercial tan fuerte en nuestro país es la que ha llevado a ejecutivos de empresas del retail a ser enfrentados a la justicia por enriquecimiento ilícito en millones de dólares a costa de estafar a sus clientes, a intervenir las cadenas de supermercados por colusión comercial, a investigar y acusar a los productores de pollos por lo mismo, a las automotoras a ofrecer ofertas q no son ofertas, sin olvidar la colusión de las farmacias anteriormente. Todo en perjuicio de los consumidores. La meta es sacarles hasta la última moneda. Da lo mismo que sea Navidad. Son esta misma clase ejecutivos los que están abriendo empresas en los países vecinos. ¿Llegará esta corrupción ética a ellos también? Por de pronto, la filosofía es la misma. Estén atentos.
Estos ejecutivos tan propensos a ganar dinero, a como dé lugar, parece que todavía no se han dado cuenta que la emoción vende mucho más que cualquier otra estrategia. La publicidad es comunicación para vender y no sinónimo de ventas. Al ser comunicación estamos hablando de conectarnos con los consumidores, de llegar a sus emociones y a su corazón y eso es lo mejor que le puede pasar a una marca: conectarse emocionalmente con las personas. Y Navidad es la época precisa para lograrlo, pero parece que nos les interesa la celebración sino el balance financiero, lamentablemente.
Comunicar un mensaje de diferenciación de marca con emociones es una de las maneras más efectivas de lograr el mejor impacto publicitario. El Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) junto con Grupo ARS analizaron que la emoción en la publicidad genera preferencia, ventas y participación del mercado de una marca aprovechando el centro de la respuesta emocional humana. Este enfoque ha sido usado con éxito en más de 600 estudios patentados y 35 estudios académicos en los Estados Unidos y en el extranjero.
Se probó que la publicidad que usa las emociones como elemento principal logra resultados superiores que la publicidad racional. Usar las emociones con diversos elementos de contenido mejora la comercialización de un producto; usar la emoción refuerza la necesidad del producto y evita las emociones que no están relacionadas con éste.
Es importante mencionar también que los expertos americanos Aparna Labroo y Derek Rucker afirman que la publicidad emocional que ofrezca sentimientos de felicidad o tranquilidad, entre otros, consigue, según un estudio realizado, que los consumidores alivien sus emociones negativas como el estrés o la ansiedad producidos por la Navidad y establezcan un estado de ánimo más positivo. Es en momentos económicos difíciles para algunos, como es Navidad, en los que la ansiedad tiende a ser más frecuente, entonces las marcas deben utilizar sus mensajes publicitarios en esta época para que sus productos se asocien con emociones positivas de tranquilidad y de felicidad.
Consiga un aumento de la capacidad persuasiva…sea emocional en su publicidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario