He asistido a la Gala
Entel 2012 con la presentación de Charles Aznavour. Alrededor de 1.000
invitados se congregaron para escuchar al cantante francés. Por mi experiencia
en producción musical y realización de eventos mi mirada siempre tiene un componente que va un poco más allá que escuchar un
artista. Y desde ese punto de vista hay varios aspectos que indicar.
Comencemos por lo más
importante: el artista. Algunos datos. A los 88 años de edad, el destacado
artista francés Charles Aznavour
cantante, compositor y actor, y durante su extensa carrera artística, ha
actuado en más de 60 películas, ha compuesto más de 1.000 canciones (incluyendo
150 en inglés, 100 en italiano, 70 en español y 50 en alemán) y ha vendido más
de 100 millones de discos. En la década de los 70 consiguió llegar hasta el
número uno de los rankings ingleses y sus temas fueron grabados por estrellas
como Fred Astaire, Bing Crosby, Ray Charles y Liza Minelli. Seguramente muchos
de los asistentes, quizás la gran mayoría, no sabían esta información. Pero
aquí se los resumo para que calibren a quién vieron anoche.
Su presentación
correcta y con el oficio que da la experiencia. Su voz está casi igual y canta en
el mismo tono de la canción original. Casi no se mueve en el escenario,
entregando un ambiente íntimo, para concentrarse sólo en escuchar su música.
Sus canciones con arreglos modernos y con una banda de alta calidad, integrada por 7 músicos y un
excelente pianista, que según mencionó el cantante, es un intérprete clásico.
Dos coristas con excelentes voces donde está su hija. Aznavour se pasea por
distinto estilos de música apoyado por esa banda que da armonías de calidad a
las canciones y que presenta un audio muy bien ecualizado, con arreglos y
sonorización para apoyar la voz del artista.
Durante su actuación
el artista dramatiza sutilmente sus canciones lo que no fue apoyado por una
iluminación más preocupada de lograr efectos tipo televisión que potenciar el
efecto visual de las canciones. Dos detalles: en la segunda canción al artista
se le cayó el micrófono y en otra, al comienzo de la canción, se le olvidó la
letra y paró para empezar de nuevo. Algunas pequeñas desafinaciones, nada más. Cosas de la edad debe ser, aunque es un
mérito que sea capaz de entregar el show que presentó. No se notaron los años.
En la Gala, Aznavour
interpretó canciones nuevas y también todos sus grandes éxitos:
"She", “Qui”, "La
Bohême", "Que c'est triste Venise", "La Mamma",
"Ave Maria" y "Les émigrants", Además, presentó en vivo a
su hija Kátia, quien lo acompaña en los coros y hace un dueto con él en la
canción "Je Voyage". Muy buena selección de temas y mejor la
secuencia de progresión del show. Eché de menos “Buen aniversario”. No la
cantó.
La producción del evento es una situación
aparte. La Gala, programada para las 20:30 comenzó a las 21:30. Una hora de
atraso. ¿Qué hechos motivaron esta espera? Nunca se supo. Es una falta de
respeto. La organización de la Gala general, fue buena y eficiente aunque tenía
formato de matrimonio. La elegante invitación, impresa en caros papeles
importados, indicaba un lugar muy preciso donde sentarse, además venía con un
Cd de regalo. Que se agradece. Un cóctel
a la entrada, mientras se espera la entrada al recinto, y otro cóctel a la
salida del concierto. Muchos mozos, asistentes y productos del mar. Las mesas
interiores, en diseño blanco y sillas forradas esperaba con una botella de
champagne y otra de agua Por otra parte, había dos pantallas a los costados del
escenario y durante el show ellas sólo mostraron el logo del organizador.
Aznavour realiza muchos detalles expresivos durante sus canciones y yo esperaba
verlos en las pantallas, y nada, a pesar que había cámaras. ¿Para qué estaban?
El sonido de calidad, sin imperfecciones. La iluminación sólo se preocupó de
darle colorido a un escenario neutro y simple. No se hizo nada que permitiera
apoyar lo que se estaba cantando.
El público invitado. Cuando llegué y
vi la gente que esperaba yo pensé ¿De quién es el matrimonio? Vestidos largos, tenidas elegantes y diseños “pueblerinos
del sur del mundo”. Después pensé, está gente viene a que los vean y a verse.
De música no creo que entendieran mucho lo que corroboré con la gente sentada
frente a mí. Conversaban y tomaban champagne mientras el artista interpretaba
sus canciones. Se fueron antes que terminara el show. Quizás había mucho
vendedor de planes telefónicos, clientes,mandos medios, ejecutivos o gerentes para
quienes estos eventos son para salir en las páginas sociales o contarles a los
amigos donde estuvieron. También vi autoridades del gobierno. Obviamente, los
respetables asistentes invitados se comieron y tomaron todo, sin complejos.
Aznavour cantó una hora y media exacta.
Volvió una vez para agradecer y se apagaron las luces del escenario. No he
visto ni una nota periodística sobre la visita privada del artista. ¿Lo
conocerán los periodistas jóvenes faranduleros?
Gracias señor Aznavour por recordarme que en
Chile no existe nadie que haga una presentación de ese nivel y casi sin moverse
del escenario. Sólo hace muy bien su trabajo: interpretar sus canciones nuevas y
antiguas.
Unas últimas preguntas, mientras escucho el
cd de regalo: ¿Cuánto gastan en estas galas? Según mis cuentas: mucho. ¿Y para
qué? Algún día lo sabré. La imagen de una empresa no se construye con espectáculos. Aunque algunos lo piensen,
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