90% de los chilenos son sedentarios en su tiempo
libre, según Encuesta Nacional de Salud
La mayoría
de los médicos no practican ejercicios y tampoco lo recomiendan.
¿Cuáles son las excusas para no hacer ejercicio?
1. Mucho trabajo. ¿No se pueden hacer un espacio
para el deporte?
2. Falta de tiempo. ¿No tienen 20 0 30 minutos
para moverse?
3. Cansancio. Lógico si no hacen ejercicios se
cansan, además, hacerlo permite botar el stress.
4. Pocos lugares físicos adecuados para su
práctica. Existen muchos parques y plazas que ahora están equipadas con
aparatos para hacer ejercicios.
Yo practico de hace muchos años en el ParqueIntercomunal (Padre Hurtado) y hay pistas y caminos, equipamiento y naturaleza.
Es un gimnasio al aire libre, Precios: $ 300 en la semana y $ 500 de viernes a
domingo. No es mucho. Pero en que se ocupa ese parque: en hacer asados y
sentarse a hacer nada. Para eso sí está lleno de gente los fines de semana.
Todas son justificaciones. Al principio dolerá
todo el cuerpo pero una vez que se acostumbra se convierte en una necesidad y
por último se pueden hacer caminatas a
buen ritmo. Las cuadras que se hacen en auto, hacerlas a pie. Así de simple.
Reproduzco un artículo publicado en el diario La Tercera.
La Clínica Mayo propone que sedentarismo sea tratado
como una enfermedad.
Fisiólogo Michael Joyner señala que la
inactividad física mata más que el tabaquismo.
No importa la
enfermedad. Todas las recetas médicas deberían indicar, junto a la lista de
medicamentos, algún tipo de actividad física. Así de categórico es Michael
Joyner, fisiólogo de la Clínica Mayo, en Rochester, quien postuló hace unos
días -a través de una editorial en The Journal of Physiology- que la
inactividad física debe ser considerada como una patología, ya que es causa
común de obesidad, sobrepeso y grasa excesiva. Y porque puede llegar a causar
otros males como diabetes, hipertensión, daño en las articulaciones,
enfermedades cardiovasculares, cáncer, depresión y otros problemas graves de
salud. “Si vemos las estadísticas de salud en todo el mundo, las enfermedades
asociadas con inactividad, están matando más personas que el cigarro”, dijo a La
Tercera.
No es el único que
comparte esa mirada. Es que tras años de estudio, la evidencia muestra que la
actividad física previene y mejora enfermedades, alarga la vida y reduce gastos
médicos asociados a la atención. Por el contrario, el sedentarismo, genera tres
millones de muertes anuales por males asociados a él y es causa principal del
25% de los cánceres de mama y de colon, 27% de las diabetes, y 27% de
cardiopatías isquémicas, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
John Duperly,
profesor de la Facultad de Medicina de la U. de Los Andes en Colombia y miembro
del Centro Regional de Exercise is Medicine para América Latina, también está
convencido de que el sedentarismo es una enfermedad. Es que cuando se mira
científicamente y en detalle se le pueden atribuir millones de muertes. “Hoy el
sedentarismo es la principal causa de enfermedad y muerte en la vida moderna”,
dice.
José Antonio Pagés,
representante de OPS/OMS en Chile añade que es un problema de estilo de vida y
que los médicos tienen que preocuparse y saber si sus pacientes hacen actividad
física. “Es parte de las preguntas clave y de las medidas de promoción y
prevención de la salud”, dice.
Joyner, sin embargo,
agrega que ya no basta con que el sedentarismo sea un elemento de promoción de
salud, sino que debe ser visto como una enfermedad, pues sólo eso permitirá que
pase algo que hoy está ausente en las consultas médicas: la medicalización de
la la inactividad física. “Podríamos desarrollar una forma, al igual como lo
hemos hecho con las adicciones, cigarrillos y otras cosas, para dar
tratamientos de por vida, que se centren en modificaciones del comportamiento y
la actividad física”, dice. Así, se podrían tomar medidas de salud pública,
como se hizo con el cigarrillo y el alcohol. Incluso se podrían remitir
patologías asociadas como “la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica o el
síndrome de taquicardia postural ortostática”, indica.
Si el sedentarismo es
una enfermedad, la actividad física es parte del tratamiento y 150 minutos a la
semana es la dosis recomendada como mínimo por la OMS, si se trata de una
persona adulta. “Puede ser gimnasio o cualquier actividad física muscular que
active corazón y ritmo cardíaco, como caminar rápido, subir escaleras, pero más
allá de la vida cotidiana”, dijo Duperly a La Tercera. Si hay sobrepeso, “el
tratamiento” indica no menos de 300 minutos semanales; para sedentarios una
pequeña cantidad de actividad es útil para lograr cambios, desde 10 minutos
diarios, con aumento progresivo, indicó.
En este sentido, el
especialista de la Clínica Mayo señala que incluso la persona obesa que
practica ejercicio es más sana que aquella que no lo hace. “La actividad física
mejora dramáticamente la salud de una persona obesa o con sobrepeso, aun cuando
siga manteniendo esta condición. Hay un concepto que se llama “Fit versus. Fat”
(En forma versus Gordura): si miras a las personas que son obesas, o que tienen
otros problemas, y a aquellos que se mantienen lo más activamente posibles,
éstos son mucho más sanos”, explica.
Comienza a moverte ahora y tu vida va a
cambiar. Siempre se puede.
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