martes, julio 10, 2007

Apuntes publicitarios y percepciones



Totalitarismo publicitario

El avance galopante de la tecnología con artefactos individuales que incluyen Internet, video, mensajes, teléfono, audio, mail, etc. permiten avizorar una tendencia que muy pronto será realidad en su grado máximo: la publicidad absolutamente personalizada dirigida a personas que participan de nichos y subnichos, enviada al aparato que tienen en sus manos y presentando mensajes que tienen directa relación con los deseos y necesidades de ese consumidor.

Infomerciales: llame ya

A diario estamos viendo en la televisión por cable los “infomerciales” de algunos minutos de duración y con una técnica de repetición de argumentos que sólo presentan ventajas del producto y facilidades para comprar sin moverse del sillón o de la cama. Ubicados estratégicamente en determinados canales ofrecen sus ventajas vinculadas al teléfono y a Internet. ¿Y cuando estos se envíen directamente al aparato tecnológico que el consumidor tiene en sus manos?

Metro y ¿efectividad? de la publicidad



Con el caos que existe en el Metro, tren subterráneo chileno, con gente apretada, molesta, irritada y apurada, me pregunto: ¿Qué efectividad tendrá la publicidad que se publica en los carros y en las estaciones? Aparte de verse muy poco los avisos y con la gente viajando de mal genio, la percepción no debe ser óptima. Cantidad no significa calidad de recepción del mensaje publicitario. ¿Que dirán las evaluaciones de efectividad?


Auspicios de partidos de fútbol en TV

En relación con lo anterior me pregunto algo. Debido a la mala calidad del fútbol chileno, a los continuos fracasos internacionales y a las derrotas humillantes que habitualmente se sufren, ¿Qué efecto tendrá en los hinchas enojados que ven el partido cuando su equipo esta siendo goleado y aparece una franja de un aviso publicitario del auspiciador?. No debe ser muy bien percibido. Al contrario, debe ser algo molesto sobre todo cuando el mensaje entregado por el aviso es positivo y lleno de optimismo en contradicción con lo que se ve en la emisión deportiva. Problemas negativos de percepción nuevamente. Cantidad no significa calidad de recepción del mensaje publicitario.

2 comentarios:

Mariana Rojas Saavedra dijo...

Es muy cierto que el contexto condiciona el mensaje, a sí mismo el estado anímico y muchos factores más.



Nunca ha sido fácil ser publicista parece jaja!

Saludos Herman :)

esteban lob dijo...

Menos mal para los publicistas, estimado Herman, que la llamada "rojita chica" está sacando la cara.
Estoy de acuerdo que tras el escandaloso comportamiento de la selección adulta, aparte de los resultados deportivos, las marcas auspiciadoras terminaron por compartir el enojo de la ciudadanía.

Un abrazo.