martes, abril 18, 2006

A propósito del evangelio…



La propaganda es una técnica de comunicación que tiene como objetivo difundir doctrinas e ideologías. La palabra propaganda viene del latin “propagare” que significa la práctica de la jardinería que consiste en poner en la tierra los nuevos brotes de una planta para reproducirla en forma artificial o cultivada.

El término, cuando fue empleado por primera vez por la Iglesia Católica, implicaba la difusión de ideas en forma no espontánea, En 1633 el Papa Urbano VIII creó la “Congregatio de Propaganda Fide” (Colegio de la Propaganda) con un comité de Cardenales dispuestos a “repetir y repetir” el mensaje cristiano por el mundo. Eran los tiempos de la Contrarreforma,

La propaganda cristiana se sustenta en el ritual de las ceremonias, los cánticos y la poderosa simbología visual con elementos como la cruz, el pez, el vestuario ad hoc o el persignarse para lograr la conversión. El correcto manejo de esos y otros conceptos de la propaganda religiosa, sostenido por siglos, permite a los funcionarios de la Iglesia conservar el poder y por consiguiente el dominio del mundo en base a conceptos imaginarios que sólo se sustentan en la fe y las creencias de las personas de un intangible e incomprobable hecho relatado inicialmente por la tradición oral y después escrito por anónimos “escribidores” y la consiguiente distorsión de la realidad.

La fundamentación de la propaganda religiosa se basa en que no basta con “hacer el bien”, es necesario, que los seguidores además, estén convencidos de ello. La Iglesia debe ejercer influencia en la opinión y conducta de la sociedad y por ello debe mantener incólumes los evangelios justificando lo dicho y reafirmado durante siglos y siglos por todos los medios disponibles.

Nada debe cambiar ni originar cuestionamientos sobre todo si en las personas, adherentes al cristianismo, actúan mecanismos fisiológicos, psíquicos e inconscientes demasiados complejos. El cuestionamiento no tiene espacios en la propaganda religiosa aunque sus orígenes conceptuales sean poco claros y poco conocidos. La idea es “impresionar” más que convencer; sugestionar, más que explicar. Mitos que llegan a lo más profundo del inconsciente humano en representaciones irracionales vinculadas a la demagogia religiosa.

Ese poder del mensaje cristiano, creado y anónimo, es una fuerza política, fuerza no prevista por ninguna constitución. Una fuerza misteriosa sin una fuente conocida y con dogmas rígidos. La lucha entre la verdad de lo acaecido y lo conveniente de lo elaborado para fe de los creyentes.

Cuando se realizan descubrimientos sobre documentos religiosos o se proponen nuevas teorías, la propaganda cristiana actúa empleando distintos argumentos según se trate de reafirmar una opinión o una fe, de convencer a los vacilantes o de actuar sobre los adversarios del sistema ya sea para hacerlos cambiar de parecer o para intimidarlos.

El “propagare” de la planta del cristianismo debe seguir siendo reproducida en forma artificial por los siglos de los siglos.

1 comentario:

Samantha dijo...

Hola, buenas tardes, espero y se encuentre muy bien, solo le escribio para decirle que gracias al articulo que publico acerca de la propaganda religiosa me fue de gran utilidad para una exposicion que estoy elaborando para la materia de opinion publica, soy estudiante de Ciencias de la Comunicacion y actualmente estoy trabajando con la comunicacion externa en las organizaciones,me despido, que este bien, saludos,bye